lunes, 2 de julio de 2018

Mi primer embarazo - II parte

Al finalizar el primer y más "peligroso" trimestre, comenzaba la vida maravillosa del embarazo.
Y es que en el primer trimestre siempre estan las dudas, el temor de que no "cuaje" bien, pero una vez superado ya es coser y cantar.


Empiezas a notar a tu bebé...cada día más...sobretodo cuando estás relajada y por la noche en la cama ¡es una fiesta para él! En mi caso si me ponía del lado izquierdo no paraba de moverse pero era cambiarme al lado derecho y se relajaba.

Las visitas a la matrona (un papel que lleva poco la Sanidad Pública) vienen fenomenal.
Ella se encarga de todo tu embarazo controlando tu peso, permite oir el latido del bebé, te manda las citas para las dichosas analíticas (si, dichosas porque a mi siempre les costaba trabajo encontrarme las venas y era una odisea) y es la que se encarga de darte las charlas del curso preparto del que hablaremos más adelante.

También tuve las escasas citas con el ginecólogo en el hospital. Si, escasas, y es que para mí, tan solo 3 citas, me parecen insuficientes para controlar como va todo.
Por lo que si estás interesada en que todo vaya bien, y te lo puedes permitir, tienes la opcion de visitar a un ginecólogo de paga para poder ver a tu bebé en más ocasiones y que te explique durante más tiempo sus progresos.
En este caso existen unos centros, tanto para hacer un seguimiento más específico del bebé como si quieres hacer tan solo 1 visita y realizar una ecografía sensorial en 4D e incluso en 5D rodeada de tanta gente como quieras, a un precio fabuloso que incluye vídeo, chorrocientas fotos, 4 montajes para regalar y unas canastillas de embarazo. Hablo de Ecodadys.


Yo asistí al centro de Jaén del que salí super encantada y del que disfruté junto a mi familia muchísimo.

Tengo que decir que fui una embarazada un tanto atípica...para pasar parte del segundo trimestre y del ultimo trimestre entero en los meses mas calurosos del año, no tuve más calor que otras personas.
Simplemente me armé de vestidos fresquitos tanto para estar en casa como para salir, un buen ventilador y duchas fresquitas.

Las noches eran bastantes buenas durmiendo del tiron (aunque debo decir que dormia tambien del tiron gracias al consejo de mi madre de poner un diente de ajo metido en una bolsita bajo la almohada. ¡Hacia su efecto y no dejaba olor alguno!).

Tampoco fui una embarazada torpona que tropezara hasta con la raya de una baldosa. ¡La gente se asombraba de la agilidad que tenia!

Y el tema de los antojos...¡solo 2 y muy graciosos!
El primero fue nada mas abrir los ojos de la siesta que corriendo le escribi un Whatsapp a mi marido que venia de trabajar y le puse "helado de Oreo". Y el segundo fue estando en Úbeda que nada más bajar del coche que salté sin más "patatas fritas pero de las artesanas tipo Casa Paco". Y ese dio mas problema porque no encontrábamos y nos costó trabajillo pero lo conseguí.
*Consejo* Aunque no tuvierais antojos haced que tengais...no sabeis si os quedareis más veces embarazada y en ese tiempo nos tienen bien mimadas así que aprovechaos de las circunstancias jiji

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario